DOCUMENTAL

Un sí documental. Documental y triste.

Cae como burriquitos aparejados, pero no es lluvia y da duro, cada gota que no es gota, pesa mucho, es muy densa, todo un reto no desplomarse ante su embate.

Facultades hibernando, malas hierbas renaciendo, retoños del mal de la inercia, mecanismo de defensa que consume el espíritu y corroe los deseos.

Y ustedes sufriendo y ustedes llorando y ustedes quejándose, por lo que sus ojos ven.

La ley del iceberg.

Un sí documental, un sí que dice tanto, un despertar al mundo en que habitamos pero anclado en el otro, el de los vivos, sintiéndome mediocre en ambos lares.

Siempre en el medio, como el arroz blanco, ignorante de lo simple, de pensamiento complejo, aéreo,

imperfecto, profundo, Dios del mar con corazón de coral y perpetuo olor a sal.

El sendero de la mano izquierda siempre ha jalado más fuerte, es complicado, no hay suerte, hay sorpresas de poca monta porque en el medio hay menos peces, solo los justos para subsistir. El de la mano derecha siempre murmura a lo lejos, aun insiste, siempre estará ahí, es su misión, no lo rechazo, necesito pruebas.

Son tiempos duros.

Un sí documental, se te jodió el GPS metido en tierra de nadie. Cambio de configuración a modo post medieval.

La ley del iceberg.

Y ustedes sufriendo y ustedes llorando y ustedes quejándose, por lo que sus ojos ven.